La salud es la base de nuestra vida. Cuando la perdemos y sufrimos una enfermedad todo lo demás pasa a un segundo plano. TODO. ¿Podemos intervenir en ella y evitar ciertas dolencias?
Sí y no. La predisposición genética nos condiciona desde el instante mismo de nuestra concepción. Pero en múltiples ocasiones esa predisposición genética necesita de un detonante que haga saltar por los aires nuestro bienestar. En otras ocasiones no podemos hacer nada para controlarlo.
Los tres pilares de la salud ayudan a evitar que estos detonantes salten:
• Alimentación equilibrada
• Actividad física
• Bienestar general
De la alimentación equilibrada os hablé en el primer post de este blog (podéis consultarlo pinchando en este enlace) y ahí os contaba la importancia que tiene para nuestra salud (especialmente para controlar el síndrome metabólico).
La realización de actividad física programada y continuada en el tiempo nos proporciona beneficios tanto a nivel emocional como a nivel físico. El sólo hecho de salir a caminar a diario proporciona beneficios, pero os voy a contar un secreto: empiezas caminando dos o tres días a la semana y terminas en el gimnasio levantando hierros, o en mi caso dándole al saco de boxeo. Y subiéndote por las paredes del día que tienes una lesión que se aparta de tus entrenamientos.
Sí amigos, las endorfinas existen y una vez que te has acostumbrado a tu dosis diaria las necesitas como el aire para vivir. ¿Qué son las endorfinas? Son neurotransmisores que producen sensación de bienestar, similar al que producen drogas como la heroína o la morfina pero que no tienen sus efectos secundarios.
Por eso desde aquí te animo a practicar algún tipo de actividad física de forma programada, búscate aquella que más te guste y disfruta del momento. Aunque te voy a ser sincera, hay días que la pereza te dice “hoy no”, si consigues vencer esa corriente en contra, la satisfacción será el doble, primero por tus endorfinas que estarán a tope y segundo por la satisfacción del poder que tiene tu mente sobre tu cuerpo.
El tercer pilar de la salud es el bienestar. Este bienestar empieza por un descanso adecuado, si dormimos las horas que necesitamos nos encontraremos descansados y con energía suficiente para afrontar los retos diarios. Aunque también es fundamental tener un sueño de calidad y reparador.
Controlar el estrés es muy importante para mantener el equilibrio y el bienestar. En los tiempos que corren esto es quizá, lo más difícil de conseguir. El estrés nos hace subir el cortisol. ¿Qué es el cortisol? Pues otro neurotransmisor, igual que las endorfinas, pero este tiene más mala leche, nos produce insomnio, debilita nuestro sistema inmunitario, nos produce ansiedad y depresión y puede ser el culpable del sobrepeso.
¿Cómo mantener a raya el cortisol? Una de las maneras de tenerlo a raya es el ejercicio físico, la cafeína hace que aumenten los niveles de cortisol, mientras que hay alimentos que nos ayudan a evitar que suba en exceso.
En el bienestar general también quiero englobar los factores medioambientales, no es lo mismo vivir en una ciudad expuesto a la polución que en el campo. También es importante la exposición a la luz solar, que nos hará sintetizar vitamina D, tan importante para nuestro sistema inmunitario.
¿Veis como los tres pilares están interconectados?
Os voy a contar una cosa, cuando decidí embarcarme en esta aventura estuve buscando un logo que me gustase para que fuese el símbolo que me identificase. Huí de manzanas, colores verdes… ¡sí, voy contracorriente!
El logo en el que están los tres círculos concéntricos unidos por un punto común me pareció muy adecuado ya que el punto donde se unen es nuestro centro y desde nosotros parten los tres círculos concéntricos que son los tres pilares de nuestro bienestar.
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